marzo 30, 2007

(Update) Periblog activo!






El PeriBlog está activo. Lo ocurrido, incluyendo su tiempo fuera, fue temporal para arreglos.



Todo se encuentra en orden.

Atte: The Repairman





marzo 27, 2007

El interés de Laura. (Descenlace)

En una reunión en casa de familiares de Laura, Teresa conoció a Ernesto y Juan, el primero hermano de Laura y el segundo un simple amigo.
Teresa compaginó muy bien con ellos y con Vilma, la hermana de Laura y esposa de Ernesto; seguido se juntaban en casa de Teresa, donde bebían cerveza hasta perder la conciencia; Laura había percibido en ellos, la facilidad con la que podía manipularlos, lo cual la mayoría de las veces, conseguía a base de suministrarles alcohol y drogas; tanto Ernesto como Juan eran bastante impulsivos e influenciables.
Al paso de los meses Laura empezó a desear más que nunca, el objeto más preciado de Teresa, después de haberse acostumbrado a la comodidad de ir y venir en el mismo, olvidándose del cansado transporte público; se imaginaba pasando por sus hijos a la escuela y trasladándose a cualquier lugar.

Un día le solicitó a Teresa que la enseñara a manejar, ésta enamorada, accedió de inmediato, pero sentía una inquietud cada vez que Laura, a bordo del carro, se perdía en sus pensamientos, le advirtió que tenía que poner atención en el volante.
En menos de una semana, Laura se sentía un as en la conducción del automotor; aquí se desató la primera pelea:
-Me prestas el carro?. Preguntó Laura a Teresa.
Teresa: -Sí... a dónde vamos?
Laura: -No, lo quiero para dar la vuelta yo...
Teresa: -Pero...tienes poco manejando, si quieres yo te llevo...
Laura: -No me lo quieres prestar?
Teresa: -Sí, claro, pero luego me quedo con el pendiente, mejor te acompaño...
Laura: -Ya te dije que no, por lo visto ni me quieres, ni me tienes confianza. Le gritó histéricamente y a punto del llanto.
Teresa: -No es eso, mira tómalo. Dándole las llaves.
Laura: -No, ya no quiero nada. Soltó saliendo de la casa de Teresa.
Al día siguiente, en el puesto de café, Laura estuvo pensando mucho en como conseguir ese carro, lo quería y por lo visto, Teresa no se lo soltaría nada más porque sí; recordó el tiempo que le dedicaba a darle mantenimiento, su rostro de satisfacción cada vez que le hacía una nueva mejora. Se dio cuenta, que Teresa tenía en alta estima ese objeto.
Así en sus pensamientos, llegaron al puesto Ernesto y Juan, platicaron un poco con ella, les dio dinero y, así surgió su plan.
Ese mismo día, al salir del trabajo, le expresó a Teresa que tenía que visitar a Vilma, la esposa de su hermano, ya que estaba embarazada y le había pedido le llevara algunas cosas; se despidió y partió hacia la vivienda.
Lo que Laura quería era ver a Ernesto y a Juan, dichosa su suerte, se encontraban sentados en la banqueta, los saludó y les facilitó más dinero para que continuaran su borrachera.
Al cabo de un par de horas, Laura supuso que era el momento adecuado, le dijo a Vilma que saldría a la tienda; se dirigió con el dúo y con tono instigador les dijo:
-Teresa anda hablando mal de ustedes...
-Qué dice esa?. Inquirió Ernesto, mientras Juan ponía más atención en beber de su cerveza.
-Que ustedes son un par de jotos, por eso siempre andan juntos. Contestó Laura.
-Pinche vieja...lo que ocupa es una calentadita con un verdadero hombre. Replicó Ernesto, mientras sentía en las entrañas como un golpe, el coraje que sintió por esa revelación.
-Qué vas a hacer?. Interrogó Laura.
-Ahora mismo voy a buscarla; decía Ernesto cada vez más ofuscado. Como una marota dice eso de mí!, pensó.
-Espérate; le exigió Laura, quieres desquitarte de ella?
-Sí...
-Presta atención entonces, a Teresa puedes darle donde más le duele, quitándole el carro...
-El carro?...
-Si, róbaselo! Te aseguro que le vas a dar en donde más le duele... Le dijo Laura, dibujando una sonrisita diabólica en su rostro.
Ernesto cegado por el coraje y excitado por la cantidad de alcohol le dice a Juan:
-Vamos compa, tenemos que arreglar algo. Juan no sabe lo que pasa, pero de solo ver a su compinche tan alterado, también se encabrona, no sabe por que, pero si sabe con quien: Teresa.
Teresa se disponía a comer unos tacos que había comprado no hacía más de diez minutos, cuando escucha que tocan como queriendo tumbar la puerta. Sale y ve a Ernesto y Juan. Ernesto embrutecido y sin pensar, le reclama lo dicho por Laura, Teresa al instante lo niega y le dice que vayan a buscar a Laura para aclarar todo. Ernesto le dice que está bien, pero que Laura anda en un rancho cerca de Allende.
Al ver el enojo de Ernesto, Teresa accede ir a buscarla a donde se encuentre, para lo que se montan en el Mustang, tratando Teresa de calmar a Ernesto, quien tomó el lugar detrás de ella, mientras Juan se subió de copiloto, en el camino, Ernesto le exige a Teresa que le dé dinero para comprar otra caguama; así lo hace y paran en un super.
Retoman el camino, según Ernesto guiando a Teresa por una brecha oscura, para el rancho donde se encontraba Laura, es un engaño, Laura sigue con Vilma en su domicilio.
Es entonces donde Ernesto pierde la perspectiva y retoma peor que antes su coraje, coraje aderezado con cerveza y marihuana y sin decir más, quiebra el envase de caguama en la nuca de Teresa; instintivamente Juan toma el control del volante al ver que Teresa pierde espacio, se detienen, pues el auto transitaba lentamente por un camino de terracería, continúan golpeándola, hasta ver que ya no se mueve.
Recuerda Ernesto que la venganza no estaría completa, si no se llevan el carro, pero ni él ni Juan, podían manejar, no sabían.
Los dos huyen caminando rumbo a la vivienda donde Vilma y Laura se encontraban; al llegar Vilma se alarma al verlos ensangrentados; Laura sorprendida lo primero que pregunta:
-Dónde está el carro?.
El carro estaba a escasos metros donde se encontró a Teresa muerta.
Laura, Ernesto, Juan e incluso Vilma, quien no tenía vela en el asunto, con todo y su embarazo, fueron encarcelados.
Y parece como si para Laura no hubiese pasado nada, aún en su celda, por las noches se sueña manejando un Ford Mustang modelo 80, color negro, con las canciones de los Humildes, sus favoritas, a todo volumen.

marzo 25, 2007

Corta reflexión.

El viernes llegué a cenar a casa de mis padres, se encontraba uno de mis sobrinos allí; me disponía a leer el tan visionario periódico de la tarde, cuando el susodicho hace acto de presencia a mi vista y me dice:
-Tía, ya viste la película "ésta no es otra película épica"?
Le sonrío y le digo que no, se sienta el chamaco y se dispone a platicarme la cinta, que intuyo, fue de su total y pueril agrado.
Seguí cenando, mientras el chico, atacado de la risa, me platicaba paso a paso las situaciones chuscas que recordaba, a mi me daba risa ver como en varias ocasiones le ganaba la carcajada y no podía explicarme más.
De repente y tras treinta minutos de detalles del güerquillo, se oye en el cuarto del fondo a mi madre, la dulce abuela del niño:
-Ya dénle una maruchan!.
La carcajada fue sonora, mi hermana, mi papá, mi otra sobrina, creo que hasta los perros, los canarios y yo, reímos al mismo tiempo.
Mi pobre sobrino se encogió de hombros y me dijo que ójala pudiera ver la película porque a él le había gustado mucho.
Cariñosamente le contesté que no era necesario, que ya me la había platicado toda y que a mí también me había gustado.
Contento se fue.
Recordé en ese momento, que esa semana no me habia ido del todo bien en el trabajo.
Quién fuera un crío sin preocupaciones, aunque jamás desearía volver a la niñez.

marzo 20, 2007

El interés de Laura. Parte I

Laura y Teresa se conocieron en un mercado, ambas eran dependientas en diferentes puestos, una vendía café, la otra estaba a cargo de una hierbería. La primera estaba casi entrando a los cuarenta, tenía dos hijos; por su parte Teresa, rondaba los 25.
A Laura siempre le llamó la atención la manera de ser tan varonil, de Teresa; Teresa no ocultaba su gusto por las mujeres, hacía tiempo lo había superado, aceptando su condición, lo cual valió tener que salir del hogar de sus padres y vivir sola, pues éstos cruelmente la rechazaron.

Los dueños de la hierbería donde trabajaba, confiaban plenamente en Teresa, tenía años con ellos, casi desde que era una niña; producto de su esfuerzo, Teresa rentaba una humilde vivienda, en un barrio popular, donde solo se hacía acompañar de su más preciado tesoro: un Ford Mustang, color negro, modelo 80.

Vivía una vida normal, y no tenía alguna relación sentimental, después de su jornada laboral, pasaba largas horas de soledad en su domicilio; escuchaba música, se fumaba algunos cigarrillos, otras veces compraba cerveza para refrescarse en las tardes de calor.

No pasó mucho tiempo para que Laura y Teresa se relacionaran, no precisamente porque Teresa fuera la más interesada, sino que fue Laura, la que se vio abatida por la personalidad de Teresa.

Teresa no podía pasar inadvertida: De pelo corto, vestida con ropas de hombre, un tanto regordeta, de lenguaje procaz, la mayoría de sus amigos eran hombres, tenía el don de caer bien; aunque la mayoría de su tiempo libre se la pasaba sola, dentro de su entorno laboral, era bastante extrovertida. Por ello, le fue fácil relacionarse con Laura.

Laura, muy diferente a Teresa, era muy femenina, también contaba con algunos kilos de más, aunque conservaba una buena fisonomía, para la edad que detentaba. Era aperlada y teñía su cabello rubio, una de las cosas que más le gustó a Teresa de Laura. Se encontraba separada de su esposo, quien sumido en el alcohol, le trajo invariables desventuras a su vida y a la de sus hijos.

Así iniciaron su relación; siempre se supo que Teresa era la más enamorada, (si es que se puede decir de Laura, que llegó a enamorarse) desde el principio se notó una devoción particular por quien se decía su mujer, de ser por ella, lo hubiese compartido todo, hasta eso, que era el único interés de Laura.

Algunas personas tuvieron a bien decirle a Teresa, que Laura no era una mujer buena, ella siempre empleó oídos sordos y dejó que la barrera de su enamoramiento, la apartara de las malas murmuraciones, incluso, dejó de hablarse con varios de sus amigos.

A la vez que Laura y Teresa vivían su amorío, Laura vivía otros, con hombres, ninguno en particular era de su total interés, la verdad es que lo pasaba bien con Teresa y más, porque era la única de sus amores que tenía un carro propio. Un carro propio!. Pensaba Laura, a la vez que se imaginaba paseándose por todas las carreteras, ella manejando, escuchando las canciones de los Humildes, sus favoritas, a todo volumen. Algunas veces admitió para ella misma, que estaba con Teresa, porque tenía carro y la paseaba en éste, por toda la Ciudad.

Continuará...

marzo 15, 2007

La virgen que todo el mundo esperaba.

La primera vez que supe de su existencia, fue en una fiestecita universitaria, a la que no quería asistir, pero como mi interés romántico, andaría en el lugar, contra todo, acudí a la reunión.
Al llegar y pasar la puerta de la casa donde se desarrollaba el juvenil evento, escuché las primeras notas y ví a varias de mis compañeras de salón, bailando como poseídas, en poses disque seductoras, una rola, que en primera instancia me tasajó el trasero (mentalmente).
- Quién canta? Le pregunté a una conocida, al ver tan enloquecedora escena, sobre todo porque habían dos o tres cuerpecitos amorfos que se contoneaban a más no poder. Volteándome a ver con cara de what?, responde:
- No sabes? Britney, Britney Spears, es la ondaaaa weeeee!
Se seguía escuchando:
- ...baby, baby one more time...
Pasado el tiempo, la conocí, me la presentaron en una reunión y la escupí en la cara, ah no!, creo que eso lo soñé, como decía, pasado el tiempo la conocí en un video, el mismo de la rolita, su carita dulce, sus chonguitos de colegiala inocente, acorde con su vestimenta escolar y un dejo de putería, que a todo el que se lo comentaba, me decía algo así:
- Cómo crees weee! Es casi una santa! Salió del club de Mickey directito al estrellato, es bien sana, la que puede que sea así, es Christina...pero ella, proclama su virginidad por todo el mundo!.
- De verdad?, entonces va haciendo milagros por todo el mundo? Que bueno! Porqué como está la situación mundial, es justo lo que necesitábamos: una virgen!
- Ayy! Que insana eres, la neta, si no te gusta nomás dilo!.
Luego, en otra reunión, me dí cuenta que a una de mis amistades más cercanas, le fascinaba; apenas dejé entre ver que a mi la mujer me zurraba, comenzó a darme todo un sermón del porqué a ella le gustaba y de todas las cosas lindas que la niña tenía, ante todo, sus valores, su franqueza, pues en sus entrevistas se veía super natural y transparente al contestar los cuestionamientos que le hacían. Mi amiga terminó un poco molesta conmigo, pues con énfasis le señalé, que la niñita sí se veía muy verdadera, verdaderamente falsa.
Está demás que haga un recuento de todo lo que ha sucedido con ésta joyita, ya que es del dominio público, sin embargo, no puedo evitar destornillarme de la risa, cada vez que veo una nota nueva al respecto de sus locuras y, de acordarme como fue que me ví sumergida (sin querer) en su virginal mundo, al tener enfrentamientos con los defensores de su honra.
Y pues bueno, no crean que éste post es chingativo, o bueno sí, creánlo; solo me resta decirles, como diría el patriarca de la película Casarse está en griego:
Theeeeerrre youuu go!

marzo 12, 2007

La sonrisa estúpida.

Sábado. Despierto a las 07:30 horas, con ánimos de levantarme y tener un día apacible, volteo a ver el bulto al lado y, amorosamente, como solo él lo sabe hacer, me da los buenos días:
- No mames!, ya te despertaste?
No le respondo, me dirijo al baño con el espíritu optimista de que nada ni nadie, empañara mi feliz amanecer; de pronto escucho:
- No mames!!!! Son las 07:30!!!! Para qué te dormías ayer a las nueveee!!!!?
Me enfrenta en el baño, violando mi privacidad, me mira con ojos desafiantes y desorbitados.
Lo miro y le sonrío estúpidamente, como cuando de infante, te cachan en la travesura.
Le digo que vaya a acostarse de nuevo, que enseguida lo alcanzo. Me acuesto a su lado, intento conciliar el sueño, pero ya no puedo pegar el ojo, mi estómago exige alimento:
- Tengo hambre.
Digo en voz alta, el bulto al lado suelta una carcajada y me dice:
- Pinche cabrona, nomás aguántate cuando yo te despierte...
Sabe que jamás lo podrá hacer.
Apenas terminamos de almorzar, le hago saber:
- Te invito a comer.
Mientras lee el periódico y bebe su café, me mira de reojo, asiente con la cabeza y me pregunta:
- A dónde?
- Pues tengo ganas de pasta. Lo miro pícaramente.
Me voltea a ver bruscamente, bajando el periódico y repite su frase favorita:
- NO MAMES!!!! A Laredo?.
Me sonrío estúpidamente y le enseño toda la mazorca de mis dientes.
Se ataca de la risa y me dice:
- ...´Ta bien.
He aquí las pruebas:




En el camino, entre otras, se escucharon éstas rolas:


marzo 07, 2007

Cuéntame tu vida.


Uno de los mayores defectos de casi todos (por no decir que todos) los mortales pensantes, es la facilidad de ser comunicativo, y como no, si la comunicación existe desde los más remotos inicios de la humanidad.
Sin embargo, esa facilidad de comunicarnos, se fue degenerando, dando pauta a una nueva rama de la comunicación: el chisme; mismo que ha hecho de todo en éste mundo, desde provocar peleas entre novios, esposos, amantes, amigos; excitar a asesinatos, guerras entre países y hasta que a la pobrina de Britney Spears terminara por botársele la canica.
Hago referencia a lo anterior, porque una de las debilidades de mi jefecito, es precisamente esa, la afición por el chisme.
El chisme lo alimenta, lo hace fuerte, lo apasiona, lo divierte, lo enloquece en algunos grados, sobre todo, si denota alguna morbosidad impregnada de sexo, homosexualismo o lo que sea malo a la vista de la moralina.
Pero lo que más disfruta, sin lugar a dudas, es conocer un poquito de tu vida, de tu propia boca y sobre todo, obvio, que sea algo muy oscuro.
Él, aparte de la profesión que ejerce, por la experiencia de la vida e interacción humana, se proclama así mismo filosofo y psicólogo sin título, así que, cuidado con que un día llegues ojeroso, ansioso, torcido del cuello, con diarrea, sin ganas de trabajar, etc, porque inmediatamente deduce (mago!) que un problema tienes; por ello, pide hablar contigo, se auto denomina tu confesor, se dice ser la persona en la que más puedes confiar, que es una tumba andante y no sé que más pendejedas, con la finalidad de que le sueltes todita la sopa.
Una de las cosas por las cuales no compagino muy bien con él, surge, precisamente porque no le suelto prenda de mis andanzas (tontuela, ya le hubiera dado la dirección del periblog), lo cual no han de creerme, pero le molesta mucho, por eso, manda a sus secuaces para que me sondeen, molestándose aún más, por el hecho de que sus seguidores regresan a sus pies, sin nada que ofrecerle.
Es el caso, de que cómo de unos días a la fecha, ya me traía tremendamente loquita, con tanta presión por el trabajo y, a la par de que anduve enfermilla, decidí tranquilizarlo; como veo que aquí en la oficina todos lo hacen, o sea, dándole un huesito de mi cuerpo que roer; la historia es ésta:
Tuve que discutir con él un proyecto, como no me sentía bien, le tiré un poco al drama y aprovechando que un medicamento no me estaba haciendo bien, rápidamente me estudió y pudo constatar, que me encontraba temblando como periquilla chihuahueña; olvidándose por completo del proyecto, comenzó a preguntarme que si tenía algún problema: -Confíe en mí. Me decía. –Tal vez yo pueda orientarla, recuerde que yo soy su amigo, a los amigos debemos tenerles confianza, porque a veces uno necesita desahogar sus cargas emocionales con otra persona, yo puedo ser esa persona... Continuaba diciéndome, mientras se acomodaba en su sillón y casi creo se aventaba la corbata al hombro como chal.
Para mis adentros pensé, si con eso voy a conseguir que me dejé en paz por un buen rato, va.
Yo: -Mire, lo que pasa es que...bueno, no sé si sea prudente...
Jefe: -No se preocupe, somos adultos...
Yo: -Es que...bueno, me siento un poco presionada, porque tengo problemas en mi casa, porque...mis padres no aprueban a mi novio...
Jefe: -Porqué?
Yo: -Bueno, no es que me sienta orgullosa de ello, pero así lo quiero...
Jefe: -Anda metido en algo malo?
Yo: -No, no para nada, es honrado...pero es...casado.
Jefe: (con ojos de morbo) –Bueno, pero eso ya no es una cosa del otro mundo, hay muchas mujeres que viven felices así...
Yo: -Sí, pero mis padres son muy conservadores y no lo aprueban...
Jefe: -Sí, es que ante los ojos de Dios eso no es bien visto, pero dígame, porqué no se buscó uno soltero?
Yo: -Pues por mensa...creo yo...
Jefe: -No diga eso, el amor es el amor y cuando te enamoras, pues te enamoras, no sufra por eso, usted viva su vida feliz, sus padres deben entender que su vida privada es suya y solo a usted le interesa...blablabla...
Pasa una hora.
...usted puede venir a contarme sus cosas cada vez que lo necesite, no tenga pena...le aseguro que de mi boca no sale...yo soy su amigo...
Desde ese día hasta hoy, soy feliz, no me ha presionado, me lo topo durante el día y me sonríe amablemente, como un amigo sincero; también ha dejado de despotricar por mi carácter.
-Usted cree?...la periquillo, bien seria ella, tiene un amante...un casado... (con cara de morbo y chisme).
Se lo dijo a un compañero, mismo que me lo dijo a mí.
No pude evitar reírme como una loca, en primera, porque, por supuesto y enterada de su debilidad, lo que le dije no es cierto y, en segunda, porque gracias a eso, me ha tratado muy consideradamente y ya no me pone tiempos ridículos, para la entrega de trabajos.
Y que conste, a nadie nos gusta el chisme, pero bien que nos entretiene.

Nota: Leyendo el blog de Mokotes, pude darme cuenta que cometo varios de los 10 errores de blogueros novatos y no tan novatos, así que hago la aclaración de que muchas (pero no todas) las pics que subo aquí, me las pirateo de google, como la de arriba.

marzo 02, 2007

El perro lo sabe.


Dentro de mi mente sugestionable, uno de mis mayores fantasmas, son precisamente los fantasmas; desde que era pequeñuela, siempre he sentido temor hacia lo desconocido, a lo sobrenatural, a esas cosas a las que no les encuentras una explicación lógica. Debo aclarar que nunca en mi vida he visto un fantasma, ni que lo vea, porque o me muero de un infarto en el instante o mínimo me zurro, aunque de la misma forma debo admitir, que siento un gran interés, por los temas relacionados con lo paranormal, que van desde lecturas, películas y programas de televisión, claro, en el sentido serio y no de puro circo, como el que monta el cazafantasmas motero, pero a la vez, trato de mantenerme escéptica a esos temas. Lo anterior surgió precisamente de las situaciones que he vivido.

Una de las cosas más conocidas y comentadas al respecto de éstos tópicos, es “la subida o caída del muerto”, que es algo así como un trance que pasa cuando generalmente, te encuentras durmiendo y de repente te despiertas sin poder hablar y moverte, sintiendo a la vez un estado de desesperación, por el miedo de tener plena conciencia de lo que te está pasando, sin saber realmente lo que te está pasando; eso según cuentan los que saben y los que no también, se traduce en que un alma de alguien fallecido, pretende apoderarse de tu cuerpo. No se si sea verdad, pero al menos lo he sentido en dos ocasiones, una en mi preadolescencia y otra ya de adulta y, cierto es, que se siente de la chingada. Cuando estaba en la universidad, tenía por costumbre estudiar por las noches hasta que aguantara, para lo cual me hacía acompañar de una perrita chihuahua, ya muy vieja por cierto, la cual aún conservan mis padres, casi en alcohol, porque apenas anda; mientras repasaba mis libros, el animal se acurrucaba a un lado mío.

En tres ocasiones de esas madrugadas, comencé a sentir una sensación extraña, algo así como si fuera observada, al tiempo la perrita se paraba de su letargo, se le crispaban los pelos del lomo y se ponía como una loca a ladrarle al closet, nunca ví o encontré algo dentro de éste. Al paso de los años, en una ocasión en que mis padres salieron de vacaciones, me quedé sola en casa durante una semana, para ese entonces la familia había crecido, así es que ya teníamos otro chihuahua, pero ahora un macho, consentido de mi mamá; el perro aunque un tanto chiflado, es muy entendido, tiene por costumbre dormir en su camita, en la sala de la casa; durante el día si tu estás tirando la hueva, se sube a la cama a hacerte compañía y la tira igual, pero sabe perfectamente que en la noche tiene que dormir a su cama, además de que en ese entonces en la casa de mis padres, tanto ellos como yo, dormíamos a puerta cerrada.

Aprovechando la soledad, invité al perinovio a pasar la semana conmigo, misma semana entera en la que el perro no durmió, se pasaba la noche llorando y ladrando como energúmeno, además rasgaba la puerta de mi cuarto y solo encontraba tranquilidad cuando quedaba en la cama en medio mío y del perinovio; todas esas noches, al salir de mi habitación hacia la sala-comedor, para ver si ocurría algo cuando el perro se encontraba armando su faena, se sentía un ambiente enrarecido, pero terminaba por constatar que no había nada. En una mañana de esa semana y, jugando a la casita con el perinovio, me levanté temprano a hacer lonche para ambos; como yo entraba más tarde a trabajar que él, me quedé sola por espacio de treinta minutos; me encontraba peinándome, cuando escuché al perro ladrando otra vez como desesperado desde la cocina; voy hacia allá y se encontraba ladrándole a una alacena que se encuentra al nivel del suelo, donde mi mamá guarda sus vasijas tupper, misma que tenía la puerta abierta y, regadas en el piso, todas y cada una de esas vasijas; como ya se me hacía tarde, dejé todo como estaba y saqué al perro, dejándolo en el patio, pensando en que el perinovio seguro había regado las tupper, al buscar una para poner su lonche, lo que me pareció extraño, pues eran unos simples sandwiches que no ocupaban recipiente. Debo aclarar que, a la par de tener perros, mi mamá también tiene canarios y sinfín de plantas, por lo que, esa semana, le había encomendado a mi cuñada, pasar todos los días a la jungla, para darle de comer a los pajaritos; mi cuñada tenía llaves de la casa y se daba la vuelta como a eso del mediodía. En la tarde de ese día, llego a la casa, al entrar al hogar, automáticamente volteo hacia la cocina y veo que ya no hay alguna vasija tirada, abro la alacena donde se guardan y las veo apiladas perfectamente de abajo hacia arriba desde la más grande a la más chica, como si fuera una pirámide y como nunca antes han estado acomodadas; para esto, el perinovio llegaba antes que yo, así que ya se encontraba instalado enfrente de la tele; lo saludo y le agradezco que haya guardado las vasijas, me contesta:

-¿Cuáles vasijas?. Las que dejaste tiradas en la cocina, en la mañana. Me dice: -Yo no agarré ninguna vasija, tomé el lonche de la mesa de la cocina en la mañana y no había vasijas tiradas y, ahorita llegué directo a la tele, no entré a la cocina. Le explico lo sucedido por la mañana y me dice que no me sugestione, que le llamé a mi cuñada, seguro ella fue quien las acomodó. Le marco a mi cuñada, me dice que fue a casa como a eso del mediodía; le pregunto si ella recogió las vasijas que estaban tiradas en la cocina, me expresa: -¿Cuáles vasijas?. Empiezo a temblar, le explico, sin entrar en detalles, que en la mañana dejé unas tupper tiradas en la cocina y me dice que a su visita todo estaba en orden en la cocina, solo el perro andaba muy ansioso y se había cagado dentro de la casa; cuelgo y recuerdo que al perro lo dejé en el patio. Nunca supe quien tiró y recogió las vasijas, tampoco quien metió al perro. Seguro el perro lo sabe..