febrero 04, 2010

Divagaciones.

Empiezo a escribir esto, sin una idea fija. He estado cansada, no del cuerpo, sino de la mente.
Ayer tuve una sensación extraña, como una necesidad de volver al pasado, cuando entonces mi vida era muy sencilla, sin grandes complicaciones, sin compromismos, sin preguntas, sin respuestas, sin responsabilidades, sin responsabilidades de alguien más.
Ahora daría todo por no tener carro, por no tener casa, por no tener dinero, por no tener nada más que a mi misma.
Siempre me he sentido diferente y caigo en cuenta que soy más común que cualquier mortal.
A diario me quejo de todo lo que a mi juicio no deberíamos de hacer, porque así lo marca la sociedad o por ser tradición cultural y vengo a darme cuenta, que a mi manera, he estado haciendo todo de lo que me he quejado:
1.- Tener un trabajo estable.
2.- Tener solvencia económica.
3.- Tener una pareja.
4.- Tener mascotas (en ausencia de hijos).
5.- Casa a los 32.
6.- Cursar un posgrado.
Todo eso, ¿para qué?, me pregunto ahora.
Ahora solo quisiera ser libre. Tirarme de panza, sin importar si es de noche o es de día.
Esperar el anochecer sentada en la playa, sin preocuparme por la oscuridad.
Quisiera volver a empezar.
Desde cero.
Y por supuesto, no volver a hacer todo lo que estoy haciendo ahora,