agosto 05, 2010

Viejas costumbres que regresan.

Cuando era soltera, bueno, lo sigo siendo pero vivo en amasiato, acostumbraba escuchar música para todo; apenas me levantaba para ir a trabajar y lo primero que hacía era prender el estéreo y darle play al cd nuevo en cuestión o a otro de la colección que ahora es muuuuuy grande. Cuando empecé a vivir en pareja, dio la casualidad de que al perinovio le gustaba pararse encéndiendo el televisor y llenar su cabecita loca de noticias locales, cosa que obviamente no me agradó, pero terminé aceptándolo, como cuando se aceptan cosas que no te gustan de tu pareja, por amor, obvio.
Así han pasado montones de años, casi nueve, para ser exactos, con la misma rutina: suena la alarma, perinovio en automático enciende la tele y ahí nos tienen a ambos poniéndonos guapos para ir a la oficina, enmedio de notas sobre levantones, balaceras, bloqueos y muchos, muchos muertos, con motivo de la ola de violencia que nos ha inundado en tierras regias.
Tiempo atrás, en algunas ocasiones, yo intenté volver a esa vieja costumbre de poner música mientras me arreglo para salir a trabajar, como también lo hacía cuando iba a salir de antro, pero esos intentos nunca fructíferaron, el perinovio como zombie, volvía a las noticias, así que lo olvidé y ya no le dí importancia, tomándome momentos de oficina y de traslado en auto, para seguir con mi onda de escuchar mi música.
El martes mientras me bañaba, de repente escuché la canción Nada de Zoé, al principio pensé que el perinovio estaba viendo algún canal de videos, pero resultaba que había puesto el álbum del grupo en la compu que está en el cuarto que utilizamos de vestidor, me pareció raro y cuando salí de bañarme le cuestioné lo ineludible:
- ¿Qué pasó con las noticias?
Me contestó con un tono serio y bastante hastiado:
- Estoy harto, todo es muerte y levantones.
Nos quedamos en silencio y seguimos poniéndonos guapos.
Hoy es el tercer día que escucho música temprano =) y bailé increíble en la regadera, las canciones de David Guetta.

abril 20, 2010

Asnos, señor, asnos.

Ayer en la mañana cuando me trasladaba a la oficina, tuve un pequeño percance en Morones Prieto, a la altura de Palacio Federal: Estaba detenida, por aquello del tránsito a vuelta de rueda por la mañana, esperando que la fila avanzara, cuando veo que el carro de delante mío, comienza a echarse hacia atrás en claro aviso de que se había matado, acciono el claxón y nada, el auto viene a frenarse en el frente de mi vehículo por fin.
Cual persona civilizada, enciendo mis intermitentes y me dispongo a que el conductor de delante haga lo mismo, pero cual es mi sorpresa que éste ya se disponía a irse. Obviamente me encabroné, bajo de mi vehículo y lo alcanzo, preguntandole que qué pasaba, que si no se daba cuenta de que me había pegado.
El troglodita me responde, palabras más, palabras menos: -Es tu culpa, debiste haberte quitado si estás viendo que mi carro se apagó.
En ese momento no supe si reír, llorar, estirarme los pelos o darle un beso, como factor sorpresa.
Me encabrono súper más, y nomás por mis huevos, lo hago que se baje de su auto y se le empiezo a hacer de pleito, el señor venía con su hija, de unos 25 años, la cual solo me miraba con ojos de "vieja argüendera", lo cual me valió pura reatona, por la actitud del señor.
Aclaro que con un disculpe, simple, lo hubiera dejado ir, pero me molestó mucho, que me culpara a mi por un accidente por demás estúpido.
La fasia de mi vehículo se desprendió un poco de un lado, se le soltaron como dos tornillos, y aún así no considere hablar al seguro, por lo poco que representaba y por no perder el tiempo a esa hora de la mañana, pues bien saben como estaban los demás conductores rayándonos la madre a cada rato.
El señor aferrado con que yo había tenido la culpa y yo más y más me enojaba, hasta que me dice, se lo arreglo, no hay problema, es caso de ponerle dos tornillos. Le dije que estaba bien al final de cuentas me pidió mi teléfono y yo le pedí sus datos en atención, porque ya lo que quería era irme.
No pasó ni media mañana, cuando se comunica la hija, y me dice que quiere arreglar lo del percance, me parece raro, pero le digo que está bien, que si su papá me va a poner los tornillos, y me dice que no, que ya le habló al seguro y que quiere que nos veamos.
Le digo que si está segura, pues ambos nos fuimos del lugar del accidente, y hasta donde yo entendía, su papá era el responsable.
Me contestó que sí, que era la mejor manera de arreglar las cosas, porque no quería problemas futuros. Durante el transcurso del día me habló varias veces, y no sé si yo estoy loca o qué, pero todas esas veces yo entendía que se hacía responsable de mi leve daño. Debo decir que su vehículo no traía desperfecto alguno, contrario a mi fasia, que aunado a otros choquecillos que había tenido con anterioridad, no se encontraba en la mejor de las condiciones.
Me habló tantas veces la mujer, que a punto estuve de decirle que se olvidara y no perdiéramos tiempo.
Hoy en la mañana llego a la oficina y me avisa la secretaria de mi jefe que me ha estado marcando "la hija del señor, del percance del carro", jajajaja, así se anunció y me da un telefóno celular.
Otra vez me parece rara la insistencia, que me comunico y me dice que el seguro nos va a ver a las 10, afuera de mi oficina, entonces le preguntó que qué es lo que trae en mente, ya yo sospechando que la mujer como que pretendía culparme por el choque, y me dice que lo único que quiere es arreglar, para evitarse problemas futuros; entiendo yo de nuevo que me van a arreglar mi leve daño no sin antes decirle que no era para tanto, pero ahí voy a ver que.
Bajo y veo a la chica con el ajustador, me acercó y por la cara que tiene, caigo en cuenta de que nada bueno venía.
Aquí hago un paréntesis para decir, que ayer acudí a un centro Telcel, y una vez que me estaban atendiendo, al lado de la ventanilla donde yo estaba, la estaba haciendo de bronca un cliente porque Telcel lo había estafado con las fichas de tiempo aire diferido, se puso tan pesado y subió tanto el tono, que paralizó todo Telcel, TODOS, empleados, clientes, limpieza, TODOS lo estabamos viendo, y ante ello, me prometí que de ahí en adelante, guardaría la compostura lo más posible ante eventos desafortunados donde el universo se empeñara en hacerme enojar.
Prosigo: La chica le decía al ajustador, que yo le había pegado a su carro cuando a ella se le había matado el carro, que ellos estaban detenidos y que yo llegué y les dí el golpe.
El ajustador la observó con una cara extraña, y acto seguido me interrogó a mi, le dije con toda calma que al padre de la señorita se le había matado el carro y como estabamos en pendiente ascendiente, el carro se vino hacia atrás y me colisionó.
El ajustador entonces le pregunta que porque no le había dicho que conducía otra persona, pero en eso llega el señor padre de la mujer y empieza a decir que yo había tenido la culpa.
El ajustador nos da una hoja de manifestación a los dos, pero el señor cavernícola viene conmigo para hacermela de bronca, y decirme que si ya estoy a gusto de que por mi culpa se esté perdiendo tanto tiempo.
Otra vez respiro profundo y le contestó que no pienso discutir con él y que si estamos ahí es porque su hija le llamó al seguro, cuando en eso la pasmada señorita me dice que no es justo que ella tenga que pagar por ponerme los tornillos que necesita mi fasia.
A la madre! Pensé. El ajustador le explica que el creyó que si nos habíamos ido del lugar del incidente, era porque alguna de las partes ya se había hecho responsable, y la señorita le dice que no, que para eso le llamó, que el era quien tenía que determinarlo, pero ya el pobre ajustador hastiado, le explica que eso no puede ser, simple y sencillamente porque el no estuvo en el lugar.
El ajustador se dispone pues a sacar fotos de los vehículos, y lo hace primero con el vehículo de mis contrapartes, allá va el troglodita tras de el y empieza a manotear y hablar y hablar y hablar.
Me acercó para ver que ocurre y el ajustador le explicaba que si aceptaba la responsabilidad que no tendría que pagar NADA, que el seguro se haría cargo, pero el señor insistía en que yo había tenido la culpa y en eso su pasmada hija me dice que ellos porque tienen que pagar.
Hazme el favor, ya yo un poco exasperada le digo a la chica: -Mira, creo que no estás entendiendo, ya el ajustador está diciendo que no vas a pagar nada, no entiendo tu problema.
-La pérdida de tiempo!, me espeta. Le contesto: TÚ LE HABLASTE AL SEGURO! Y vuelve a insistir que fue porque no era justo que ella pagara.
En eso el troglodita regresa conmigo y me dice que mi daño solo es una niñería, y le digo que sí, justa al valor de mi vehículo y lo ignoro.
Va de nuevo con el ajustador y le dice que se hará responsable: Aleluya hermanos!
Rápidamente el ajustador le dice que entonces se retire, que ya no tiene nada más que hablar con el, pues su carro no tiene daños aparentes.
Mientras que me daba la orden de reparación, el ajustador me explicó que se inclinó más por negociar con el señor, porque no le parecía lógico lo que le explicaba y lo que yo le expliqué era del todo coherente, además de que decía estar muy sacado de onda, porque la chica se comunicó con el, haciéndole creer que el accidente recién había acontenido.
Me dice, -Son mis nervios o entendí que usted ya no quería nada. A lo que le digo: La señorita fue la que me estuvo buscando, yo ni siquiera tenía intención de llamarles, mi daño es una tontería, pero todo el tiempo entendí que QUERÍA REPARARME MI VEHÍCULO.
¿Quién se negaría a eso?

marzo 26, 2010

Infinito.

Hoy parece ser un buen viernes. Y si no lo es, yo haré todo lo posible para que así sea. Hoy salgo de vacaciones, tendré una semana libre, pero estaré aquí en la ciudad, pues con motivo de los ajustes que se le han hecho a mi nuevo hogar, prácticamente, ando en calzones y descalza.
Empezando la semana, me topé con un excompañero de trabajo con el que de prinicipio me llevaba muy bien, estuvo a mi cargo un buen de rato, pero por cuestiones de líos que viví con anterioridad, aunado a los chismes de unas gordas que trabajaban aquí (gracias Dios que se fueron, ahora este lugar es más espacioso), yo malamente empecé a portarme mala onda con él, cuando siempre fue un caballero conmigo. Aparte de ser de esos hombres que tienen un niño por dentro, por ende, siempre anda de buen humor.
El caso es que le ofrecí una disculpa por mi comportamiento, misma que fue aceptada.
Me he empeñado en desafectar a personas del pasado, con las cuales por chiflazones mías, originé roces. No para tener una gran amistad, obvio, pero siquiera para no ver caras largas por todos lados, jajajaja.
En este momento puedo decir que me encuentro bien. Muchas cosas cambiaron, pero creeo que para bien.
Ya no tengo amistades tormentosas ni aprehensivas. Ya no estoy obligada a nada que no quiera, con nadie.
Ya puedo vivir tranquilamente, sin preocuparme del que dirán. Al contrario, que hablen de mí es el incentivo que me hace querer ser mejor día a día, porqué al seguir yo, hace que el abismo que he creado se haga cada vez más grande; sé que llegará el día en que se vuelva infinito.
Y que hablen de mí también significa, que no he dejado de atormentar gente.
Eso es lo que más me divierte.

marzo 11, 2010

Haciéndome güeya. (Y batallo).

Aprovechando que no está el terror de ésta su oficina de ahora y siempre, o sea, mi jefe y el de todas las almas pensantes con quienes lo comparto y a veces lo sufro en condominio, me tomé las ganas de escribir unas cuántas líneas, ¿de qué?, no sé, ¿porqué?, quien sabe!, solo las ganas de teclear y decir nada nuevamente.
En la mañana venía platicando con el perinovio, acerca de que me gusta mucho Coldplay, pero que no me llama nada el irlos a ver en vivo, tal vez porque siempre bailan las calmadas, o sea, tienen pocas rolas prendedoras, así que creo que van a tocar la de Viva la Vida como siete veces en todo el concierto, para que la gente no se aburra, jajajaja.
Claro que estoy jugando, tienen canciones que me gustan mucho, pero todas son muy tranquilas, "baladas" como diría el perinovio, quien cuando escucha la de Unforgiven de Metallica, la de Gateway car de Audioslave y así un sin fin, dice que esas son las baladas.
Por cierto, hablando de artisteada, no sé que pasa con Bunbury, o no sé si sea yo, pero sus dos últimos discos no me han gustado nada. Lo escucho y siento que es el Arjona underground. Lo mismo me pasó con la Fuerza Natural de Cerati, pero mínimo ese, con varias oídas tuve para agarrarle cierto gusto, aunque siguen siendo mis favoritos Bocanada y Siempre es Hoy.
Hasta ahora el concierto que más me ha gustado de todos a los que he ido, sigue siendo el de los Fabulosos Cadillacs, me divertí tanto, su show es ideal para embriagarse, canturrear y bailar a lo pendejo, olvidándote de las preocupaciones por un buen rato.
Me arrepentí mucho de no haber ido a lo de Metallica, como lo dije en twitter, al día siguiente que vi las notas, casi me ahorcaba yo solita, pero sigo con la misma idea. me incomoda mucho el estadio Universitario, nunca me ha gustado y nunca me gustará, y para eso influyó mucho, la primera vez que fui a tal lugar: Corría el año de 1995, cursaba el primer semestre de la ilustre carrera de Derecho, cuando en el corredor afuera del salón donde tomaba mis clases, uno de mis compañeros del que recuerdo se apellidaba Buenrostro, se me acercó a lo mejor con la idea de sacarme de mi seriedad y mi poca sociabilidad e indeferencia hacia mis compañeros, me invitó a un juego de Tigres, le expliqué que me súper cagaba el soccer, pero me dijo que me olvidara del juego, que era para hacer desmadre solamente, que le caía bien y me patrocinaba mi entrada; me insistió tanto que terminé por aceptar y ya estando en el "volcán", como le llaman a ese agujero, pasó esto: Empiezan a aventar los balones que patean antes de iniciar el juego, entonces, uno de mis compañeros que por lo visto nunca tuvo un balón de fut en su infancia, se lanzó por una pelota que venía directo hacia mi, como si tratase de parar un tiro a gol, a la vez un tipo gordo que se encontraba atrás de mí, intentó hacer lo mismo, así que me aventaron hacia las gradas de adelante y me golpeé con los asientos a la altura de las espinillas, se me hicieron unas bolas enormes, mismas que duraron inflamadas y moradas más de un mes, el dolor que sentí por todo ese tiempo, ciertamente es indecible.
De ahí hasta ahora, ese estadio es mi enemigo público número 1.
Y por eso, me rehúso a siquiera pisarlo de nuevo.

febrero 04, 2010

Divagaciones.

Empiezo a escribir esto, sin una idea fija. He estado cansada, no del cuerpo, sino de la mente.
Ayer tuve una sensación extraña, como una necesidad de volver al pasado, cuando entonces mi vida era muy sencilla, sin grandes complicaciones, sin compromismos, sin preguntas, sin respuestas, sin responsabilidades, sin responsabilidades de alguien más.
Ahora daría todo por no tener carro, por no tener casa, por no tener dinero, por no tener nada más que a mi misma.
Siempre me he sentido diferente y caigo en cuenta que soy más común que cualquier mortal.
A diario me quejo de todo lo que a mi juicio no deberíamos de hacer, porque así lo marca la sociedad o por ser tradición cultural y vengo a darme cuenta, que a mi manera, he estado haciendo todo de lo que me he quejado:
1.- Tener un trabajo estable.
2.- Tener solvencia económica.
3.- Tener una pareja.
4.- Tener mascotas (en ausencia de hijos).
5.- Casa a los 32.
6.- Cursar un posgrado.
Todo eso, ¿para qué?, me pregunto ahora.
Ahora solo quisiera ser libre. Tirarme de panza, sin importar si es de noche o es de día.
Esperar el anochecer sentada en la playa, sin preocuparme por la oscuridad.
Quisiera volver a empezar.
Desde cero.
Y por supuesto, no volver a hacer todo lo que estoy haciendo ahora,

enero 23, 2010

La música que no sabes que existe.

La semana pasada una amiga mía dio a luz a un varón. Por complicaciones con el parto, el bebé tuvo que quedarse en incubadora; mi amiga, conociendome de tanto tiempo y a sabiendas de que soy una melómana de hueso colorado, me pidió de favor que le rellenara un ipod con canciones de estimulación musical para bebés.
Cuando me dijo esto, obviamente me quedé con cara de what, porque desconocía que existía dicho género.
Vaya, sé que muchos padres primerizos les ponen música a sus retoños durante el embarazo y hasta antes de nacer, pero siempre creí que cada persona les ponía el género que les parecía más apropiado.
Por decir, mi hermano le variaba desde jazz, clásica, new age y un poco de rock.
Los cd´s que me dio no son más que covers de diversas canciones de música clásica, pero con un toque más moderno y obvio infantil, tirándole al chill out, predominantemente instrumentales, aunque en algunas se escuchan balbuceos.
Ya tengo 32 años y vaya que no está en mis planes tener hijos.
Será que por eso me estoy perdiendo de algo único?
Todos los días se aprende algo nuevo. Definitivamente.
Un dato más para mi biblioteca de datos inútiles.

enero 14, 2010

Sueño loco.


La semana pasada soñé que conocía a un chico muy guapo, se llamaba Danilo. Inmediatamente hubo una química tremenda entre nosotros, nos convertimos en inseparables, de pronto comenzó a visitarme en la casa, andabamos juntos para todos lados, salíamos al cine, a cenar. Con todo y eso, yo no podía descifrar si el interés que mostraba en mí era amistoso o amoroso, ya que el tipo era de una guapura semejante a la del William Levy, exquisito pues, y no que yo me sintiera fea, pero al menos sabía de mis alcances y limitaciones. No pasó mucho tiempo para caer en cuenta que efectivamente andaba tras de mis huesitos, pues empezaron los juegos de villanos, los ji-ji-ji, ja-ja-ja, te pico la lonja, manita de puerco y esas bobadas que uno hace cuando quiere proximidad física sin que se note la desesperación. Mis amigas (malas leches) no daban crédito y cada rato me decían que ni me ilusionara tanto, pues en cualquier momento me dejaría por otra chica "más" linda igual yo no les hacía caso, pero les perdonaba su envidia porque señalaron: una chica más linda.

Al tiempo de hacerse un bonito noviazgo telenovelero entre Danilo y yo, con flores incluídas y repetidos "no puedo vivir sin tí" de su parte, sucesos extraños empezaron a acaecer a mi alrededor: un pajarote, tipo terodáctilo pero con plumas multicolores, parecida al ave que quería cazar no se quién en la película de Up, se posaba diariamente en el techo de mi casa, en una ocasión, las plumas de su cola bajaban por el pasillo de la casa, a lo que yo osé a jalarlas, emprendiendo el vuelo el pajarraco, mientras yo me asustaba con la ventisca que se hacía con sus enormes alas. Ya mi mamá estaba más que espantada, pues día tras día el animalejo hacia guardia no se para qué. A la vez, bolsas de pan, como cuando uno va y compra los bolillos en Soriana o la tienda de su conveniencia, se aparecían muy seguido en la banqueta de mi casa; mi mamá y yo nos dabamos cuenta, porque la gente se estaba empezando a robar las bolsas y cada vez más y más personas estaban afuera esperando su panecito.
La relación con Danilo iba viento en popa, en casa toda mi familia lo adoraba, el hombre verdaderamente era un amor, y pues yo estaba embelesada.
Mientras el pájaro seguía en el techo y el pan en la banqueta, Danilo un día me dijo que tendría que salir de viaje, pero que haria todo lo posible por no tardarse, pues no podía estar mucho tiempo sin mí, (aquí hago un paréntesis para acotar, que los fajes en el sueño con Danilo eran fantásticos y no lo podía dejar de largo, jajajaja).
Al cabo de unos días, en las noticias empieza a circular que (por fin) alienígenas se habían hecho presentes en el planeta y se encontraban en forma humana por todos lados, siendo su mayor interés en la tierra, el de la procreación.
De ahí, no sé porque, caí en cuenta que Danilo era demasiado guapo para mí y que su interés amoroso no podía ser genuino, así que empecé a sospechar de su actitud y el día en que iba a salir de viaje, por la mañana me visitaba mi hermano y me decía que Danilo era un alien y que lo único que quería de mi era que le diera un hijo.
¿Cómo se enteró mi hermano? Lo desconozco, pero pues es un sueño, no nos olvidemos.
En mi decepción amorosa y yo envuelta en llanto y dando credibilidad a las palabras de mi hermano, le llamó a Danilo y le pido que antes de que parta pasé por la casa porque tenía algo que decirle, y el todo lindo llegaba de rato con un ramo de rosas para darme; no obstante yo en mi irritante decepción amorosa y una vez de haber dado total crédito a las palabras de mi hermano, sumado a las noticias de los aliens, enfrento a Danilo y le atascó lo sabido.
Apenas me escucha su semblante cambia, y de ser el guapísimo William Levy, pasa a ser el viejito alien que salía en el programa de la Tercera Roca del Sol, ¿porqué?, no sé, pero no olvidemos otra vez que es un sueño (aunque pensandolo bien hubiera estado chido que se convirtiera en un alien como los de Sector 9), pero igual mi sueño no estaba tan deschavetado, porque ese viejito en el programa, era una alien.
Total que me informa que efectivamente, lo que quería de mi era un retoño, que para mi sorpresa no sería un bebé concebido y traído al mundo de manera humana, sino que yo tendría un huevo, que sería criado por el pajarote que estaba en el techo de la casa y sería alimentado con el pan que aparecía en la banqueta de la casa. Zaz!
Así que en mi encabronamiento, yo mandaba al Danilo ahora viejito allá hasta donde ustedes saben que es lo más feo, donde se puede mandar a alguien, o bueno a la porra, y el Danilo rompía en llanto, y se iba como el chavo del 8, cuando abandonaba la vecindad, a lo que yo me quedaba viéndolo por la ventana de mi casa hasta que se perdía.
De rato escuchaba el aleteo del pajarraco y luego que me tocaban como con una punta en la ventana de la casa, y al asomarme me doy cuenta que era el pajarote, que con el pico había tocado y con su alita derecha me hacía una seña muy parecida a cuando te pintan el dedo medio de la mano y se iba volando rápidamente.

En eso...desperté.

diciembre 26, 2009

Duda.

Apenas supe que todo habia quedado atras. Era tan simple, pero para mi fue muy pesado. No se si la costumbre, el olvido o la inercia me centraron.
Es tan raro sentirse libre.
Es tan raro sentirse feliz despues de tantos dias.
La carga ligera y las ganas como nunca, me han devuelto la confianza.
Me pregunto: me alcanzaras algun dia?

noviembre 01, 2009

Eeeeeso es todo amigos!


No, no se asusten, no me estoy despidiendo del blog (por si se habían asustado).

Desde ayer traigo esa frase en la cabeza, porque fui a ver la película del desaparecido Michael Jackson y la relacioné con Porky, el de las caricaturas.

Bueno, pero no es una película en sí, sino un documental de los ensayos para los conciertos de despedida que planeaba dar el Rey del Pop.

Debo decir que como nunca me ha gustado el pop, jamás he tenido música de Michael en mis archivos, aunque conozco muchas de sus canciones, incluso me gustan (que contradicción), pero era uno de esos artistas no indispensables en mi biblioteca musical.

Sin embargo, conocía todas las canciones que se presentaron a través del documental.

Mientras veía la cinta, caí en cuenta que Michael estaba en muy buena forma física, que era muy amable y todo un perfeccionista, que su talento era innegable y seguro que si hubiera logrado presentarse, su espectáculo hubiese sido todo un suceso.

Que pena que no fue así.

También caí en cuenta que la mayoría de las cosas que se decían de él, eran solo cuentos chinos.

Y también creo que no era tiempo de que muriera.

A todos los melómanos, les recomiendo la película, no dejen de verla.

octubre 11, 2009

Misterio...


Frecuententemente utilizo un estacionamiento que está sobre la calle Padre Mier, frente al Banco HSBC, en la esquina de esa calle y Parás, por lo regular me toca ver la Caribe que pongo en la foto, y siempre me inundo la cabeza con pensamientos de lo que habrá sido del dueño de ese carro.

¿Murió?

Ese es mi pensamiento más fatalista, al ver el deterioro del automóvil.

¿Nadie echó al individuo de menos en su casa?

¿Fue a dar a la fosa común?

O acaso lo encontraron, pero nadie supo nunca el paradero de su coche.

O simplemente es del dueño del estacionamiento y lo dejó ahí para ver quien preguntaba.

Bueno, sea como sea, siempre roba unos minutos de mi atención.

A veces, cuando los problemas diarios y las rutinas te agobian, vale echar a volar unos minutos la imaginación.