febrero 27, 2008

El fondo más hondo.

Tengo la fortuna de contar con todos mis seres queridos vivos. Sé que suena idiota la comparación, pero lo más aproximado a lo que se ha ido al más allá, han sido perros muy queridos por mí y toda mi familia. Desde que tengo uso de razón, siempre ha habido un perro a mi lado. Dos de ellos, en los últimos tiempos, han sido sacrificados, pues ya muy viejos, sus enfermedades los estaban torturando. Con estos dos últimos, aunque sentí una profunda tristeza, no hubo necesidad de ahogarme en el llanto, porque era obvio que morir era lo mejor para ellos. Al mismo tiempo me sentí mal, por ser yo la que decidiera "lo que era mejor para ellos". Admiro a la gente que pierde un ser querido y muestra una entereza absoluta. Creo yo me derrumbaré, desde lo alto de un peñasco hasta el fondo más hondo que pudiese existir. Y sé que estaré sumida en ese lugar (aunque salir sea posible en cualquier momento) durante mucho tiempo. ¡Qué más quisiera que vivos estuviéramos siempre!.

3 comentarios:

Fuanchito! dijo...

Yo me acuerdo de mi Pekas, un dalmata que me amaba e idolatraba, pero tras un incidente un tanto estupido con la perrera municipal, y por supuesto los perreros, murio. Me vomito de la forma en que esas relaciones perro-humano acaban de la forma siempre mas tragica posible, y eso que ya estaba yo en la edad adulta.

La flaca dijo...

Eso seria lo mas natural, los que ni se inmutan por la perdida de un ser querido no son de ese planeta! saludos periquillo de amor!

Nancy dijo...

Ay que coraje!! se me borró el comentario anterior..

Bueno te decia que yo si he sufrido perdidas de seres queridos y que en efecto es muy dificil acostumbrarte a que esa persona ya no está, y mas aún si esa persona vivía en tu misma casa, es muy doloroso pero como dices, algun día se puede seguir adelante...

Por otro lado, fijate que yo tenía una perrita Cocker spaniel y un día se me salió y me la atropellaron, lloré mucho por ella y de verdad me pudo que la hubieran matado, lo curioso es que en mi casa ( cuando vivía con mis papas) tuvieron varios perros y nunca me dolieron tanto como Bombón ( así se llamaba) y bueno debe ser porque a ella yo la atendía, le daba de comer, la bañaba, y era muy linda con mis enanos, era muy buena perrita, creo que esa relación que se establece es la que hace que te encariñes tanto con los perros.

Un abrazo, y me da mucho gusto saber de ti..

Nancy