Borrón y cuenta nueva.

Ya estamos en el tercer mes del año 2009, y no me he dado el tiempo de actualizar y darle la vuelta al blog. Todo se volvió muy complicado, cuando restringieron la lectura de blogs en el trabajo. Ya no pude escribir lo que ocurre en mi a veces muy aburrido diario vivir.

Las novedades son pocas: Estoy tomando clases de guitarra eléctrica, pues el perinovio se cansó de verme rockear con la airguitar y me regaló una de verdad en Navidad.

También empecé a estudiar una maestría, porque aspiro a una promoción en mi trabajo.

Espero salga algo bueno de todo eso.

En el trabajo todo está tranquilo.

De hecho, a veces la vida es tan irónica, que he aprendido a darle una buena cara y sonreír a lo bueno y malo que se presente.

Quien iba a pensar, que la persona por la que caí en depresión, a quien yo tanto quería y le proveía el mote de "best friend", por la que todo mi mundo se vino abajo y quien pasó a ser mucho menos que nada, ahora trabaja en la oficina donde me vendo de lunes a viernes. Ja!

Sí, el destino nos hace jugarretas, pero bueno, es lo que a veces le da sentido al vivir.

Lo que hace morir, renacer y seguir adelante.

De todo esto he reafirmado lo fuerte que puedo llegar a ser cuando me lo propongo y lo fácil que me derrumbo cuando alguien que quiero actúa de una forma que no comprendo.

Borrón y cuenta nueva.

La novela que me quita el tiempo ahora es: Mañana es para siempre.

En este mes voy a ir a ver a Enrique Bunbury, aunque tengo que confesar que su nuevo disco no me agradó mucho que digamos.

Para abril voy a lo de los Fabulosos Cadillacs, espero con ansia ese concierto, no tanta como con el de Héroes, pero pues la vez que vinieron al Fundidora con un montón de bandas, me abstuve de ir, por respeto a mis frágiles rodillas.

Pero ahora que estarán ellos solos, y en la comodidad de un asiento numerado, no me lo podía perder.

El perinovio quiere ir a ver a Santana, pero anda decidioso...así que quien sabe.

Espero un día tocar la guitarra así.

(Si, chuchis).