Trauma.

Hoy desperté al borde del colapso, sudando frío y con el enojo que siempre impera en mí cuando tengo ese sueño recurrente.
Las miradas de todos encima mío, me apuntan maleducadamente con sus dedos índices, eso las mamás dicen que no se debe hacer.
-Yo no fui!, grito y lloro al mismo tiempo.
Me siguen, me acusan, culpable eres y yo me lo empiezo a creer.
Me tiro en el lodo y clamo compasión. –Yo no fui!, vuelvo a replicar, al tiempo que todos se me aproximan tratando de tundirme.
-Mamaaaaaaaaaá!, grito desesperada con los mocos y lágrimas embarrados en toda mi cara.
Me desespero!, tengo que decirles que yo no me metí al jardín de niños para descomponer el piano de la maestra de música!

Créanlo o no, aún lo sigo soñando, y es fácil saber, que una niña de cinco años, no podía haberse brincado la barda y metido de noche al jardín de infantes, para arremeter contra el piano de la “profe”. Pero claro, todos mis compañeritos de cinco años si lo creyeron.
Aún me pregunto: Porqué yo? Si me encantaba tocar el pandero en la clase.

P.D. Florentino: cuando era pequeña no entendía que tu castigo por ser el agitador de masas vertidas en mi contra, empezó desde que naciste, al ser nombrado Florentino, ir por la vida con un nombre así... tsss, ahora lo entiendo.